Un llamado a la Esperanza después del Triunfo del Rechazo

Un llamado a la Esperanza después del Triunfo del Rechazo

09/22/2022 CEDM 0

El Centro Ecuménico Diego de Medellín (CEDM) quiere compartir una reflexión y hacer una invitación a hermanos y hermanas en la fe en Jesucristo y al pueblo de Chile, luego del Rechazo muy mayoritario a la propuesta de nueva constitución.

Lo hacemos queriendo ser coherentes con el espíritu que animó a los profetas del Antiguo Testamento y, principalmente, con el modelo que vemos en la vida y en el mensaje de Jesús de Nazaret.

1) Nosotros vimos en el proceso constituyente la presencia del Espíritu en la historia de nuestro país. La vimos en el estallido social, como el grito del pueblo que demanda dignidad, dando impulso al proceso; la vimos en el cauce pacífico y democrático elegido para responder a esa demanda, creando una nueva constitución mediante una convención constitucional ampliamente representativa de la sociedad; la vimos también en el cumplimiento, por parte de lo/as convencionales, de las exigencias del mandato que se les diera, resolviendo las enormes dificultades y el breve plazo que tuvieron para su trabajo; finalmente, la vimos en el contenido de la propuesta constitucional que proyectaba a Chile como un Estado democrático y social de derecho, solidario y ampliamente inclusivo.

2) En coherencia con esa convicción nos jugamos por el éxito de la nueva constitución invocando al Gran Espíritu, en un ritual en el que participaron diversas iglesias, religiones y espiritualidades, dos días antes de la instalación de la Convención. Durante su trabajo indagamos sobre la recepción que estaban teniendo sus propuestas constatando la desinformación y dudas por parte de la ciudadanía, lo que nos llevó a hacer un “Llamado” a informarse, a tener como criterio para el plebiscito de salida la opción por la justicia y a votar en conciencia. También aportamos al conocimiento del contenido de la propuesta constitucional mediante fichas temáticas para conversaciones en grupos populares. Hicimos una declaración ecuménica por el Apruebo, puntualizando todas las razones que nos llevaron a tomar ese camino. Respondimos públicamente a los obispos católicos que cuestionaban doctrinariamente aspectos del texto constitucional y apoyamos la declaración de las religiosas Carmelitas de San José de Maipo que adherían a la aprobación de la nueva constitución.

3) Por lo anterior, el rechazo mayoritario a la nueva constitución nos duele en el alma y nos obliga a hacer una sincera y profunda reflexión, la que hemos comenzado a hacer y seguiremos ahondando en ella con la ayuda de quienes quieran acompañarnos, pues las explicaciones que se escuchan son variadas y los caminos que seguirán son inciertos y debemos hacer una contribución para crearlos.

4) Nuestra primera reflexión nos ha llevado a reconocer que no percibimos anticipadamente que había una mayoría que votaría rechazo en el mundo popular y, al contrario, pensábamos que adhería al proyecto de nueva constitución y al modelo de sociedad que se abría con ella. No imaginamos que la ciudadanía la rechazaría tan ampliamente, por lo que nos preguntamos si quizás estamos insertos en un sector particular, con mayor formación y compromiso político, que adhería con convicción al Apruebo. Esta duda nos desafía a ampliar nuestra llegada a sectores que no participan comúnmente en las redes organizacionales con las que nos vinculamos y que han quedado al margen de espacios de integración donde se produce la formación cívica y la acción política.

5) Sin embargo, también sentimos el deber de denunciar la campaña de noticias falsas, de difusión distorsionada del texto y de creación de escenarios catastróficos para el país, las familias y las personas creada por la propaganda del rechazo, difundida con escaso contrapeso por las cadenas de los medios de comunicación de masas y por las redes sociales. Pensamos que esa fue una campaña de desinformación tras la cual hay grupos de interés que no están dispuestos a ceder privilegios. Y pensamos que ella explica el voto por el Rechazo de buena parte de los 5 millones de nuevos votantes en el plebiscito de salida, en relación al de entrada, que corresponde a esa población menos informada, que no está ni ahí con la política y que esta vez fue a rechazar solo porque el voto era obligatorio. También hay que atribuir a esa propaganda una parte de la disminución en 1 millón de votos los obtenidos por el apruebo en el plebiscito de salida en relación al de entrada. Hay ahí un sector al que la coyuntura actual de precarización económica, de violencia delictual y de inestabilidad política los hizo sensibles a la campaña del terror y se refugiaron en la seguridad de lo conocido, rechazando los cambios.

6) Lo anterior no implica desconocer errores en las conductas de algunos constituyentes, declaraciones desafortunadas y aspectos del texto que no eran claros o unívocamente comprendidos. Esas mismas falencias dieron material para ser utilizadas por la campaña del Rechazo.

7) Lo cierto es que estamos nuevamente enfrentados a una situación similar a la de tres años atrás, que presenta los mismos desafíos no resueltos que dieron origen al proceso constitucional iniciado en noviembre de 2019. Ante esta situación queremos hacer la siguiente invitación a las comunidades de fe y a las organizaciones populares:

  • Reconocer que Chile es un país tremendamente desigual, con un Estado subsidiario que ha dejado prioritariamente al mercado la provisión de derechos fundamentales como las pensiones, la salud, la educación, la vivienda, el acceso al trabajo y remuneración justa, entre otros.
  • No olvidar que la vida digna es una demanda no resuelta de grandes sectores de la sociedad y que responder a ella requiere de transformaciones profundas en el modelo de sociedad que define un texto constitucional.
  • Hacer un nuevo esfuerzo por sintonizar, convocar y acoger al amplio mundo popular, por conectar con sus necesidades, sus deseos y sus temores, creando espacios de diálogos sin prejuicios, con apertura, con empatía y con respeto entre todos.
  • Estar atentos al nuevo proceso constituyente que comienzan a diseñar los actores políticos, fomentando la información, el juicio crítico, la toma de posición y la expresión pública ante las nuevas propuestas, exigiendo una participación ciudadana amplia e incidente en el proceso.
  • Y entre nosotros, integrantes de iglesias, comunidades y organizaciones de la sociedad civil, vincularnos y movilizarnos con una voz fuerte desde la ética social, para mantener viva la esperanza del pueblo de que unidos es posible crear una sociedad justa, equitativa, inclusiva y solidaria.

14 de septiembre de 2022.
CENTRO DIEGO DE MEDELLIN

 

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