La revista PASTORAL POPULAR fue fundada en 1950 buscando aportar a la reflexión de la iglesia con una mirada liberadora de la realidad aun una década antes del Concilio Ecuménico Vaticano II. Incluso nació un año antes que el padre Alberto Hurtado fundara la revista “Mensaje”.
“Pastoral Popular” nació sencilla pero visionaria. Su origen estuvo relacionado con quienes llegaron a ser grandes testigos del evangelio que en ese entonces se preparaban para su ministerio. Se trata de los sacerdotes Alfonso Baeza, Sergio Torres, Juan Bagá, Mariano Puga, Mauricio Hourton, y otros. Con ellos creció y con la mayoría de ellos se comprometió en el movimiento de Cristianos por el Socialismo casi dos décadas después. Tan así, que la edición de septiembre de 1973 cambió de nombre y se editó con el rótulo de “Iglesia Popular”.
Luego, durante la dictadura militar, se fue al exilio y volvió a circular en Chile en 1982 cuando gracias a la valentía de varios, liderados por Sergio Torres, se imprimió en Lima (Perú), y los ejemplares se trajeron por tierra para circular clandestinamente en Chile.
Al año siguiente, se hizo cargo de la revista el Centro Ecuménico Diego de Medellín y Ediciones Rehue. Se le pidió a Ronaldo Muñoz de la congregación de los Sagrados Corazones que asumiera como director. Se conformó un comité editorial ecuménico con otros grandes testigos como Dagoberto Ramírez, José Aldunate, Sonia Bravo y muchos otros y otras. Así recuperó su periodicidad y se llenó de contenidos.
En los 90 llegó a editarse mensualmente con 5 mil ejemplares. En la redacción tenía un editor estable más dos periodistas colaboradores, un reportero gráfico y servicios de diseño profesional. Se vendía en los quioscos de revistas de Santiago y Concepción. Tenía canje de publicidad con radios Umbral, Chilena y Cooperativa más el periódico “Fortín Mapocho”. Además, se podía conseguir en una treintena de “puntos de venta” existentes en parroquias, iglesias evangélicas y librerías a lo largo del país. Un promotor permanente recorría los colegios y las casas de ejercicios ofreciéndolas en las reuniones ligadas a las iglesias.
Se incluían artículos de reflexión y análisis pero también noticias, entrevistas y reportajes de actualidad. “Pastoral Popular” vino a llenar un espacio que dejó la heroica revista Solidaridad al desaparecer la homóloga vicaría de la iglesia Católica.
En 1990 “Pastoral Popular” obtuvo el mayor de los reconocimientos público: el premio “Mons. Óscar Arnulfo Romero” que otorgaba entonces el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) con un comité ue intentaba representar a la Iglesia de los Pobres en Chile. Ese mismo año, en la categoría de testimonios obtuvo el mismo premio el padre José Aldunate.
En el año 2000 y siguientes, por razones financieras “Pastoral Popular” debió restringir sus ediciones llegando al 2016 con solo dos número anuales.
En este periodo de mayores restricciones se intentaron ediciones digitales y algunos formatos como newsletter, siempre obtenido reconocimiento de sus lectores y fan por el esfuerzo de buscar cómo aportar en los nuevos tiempos con tal nivel de restricción financiera.
En estos 66 años la revista reúne un total de 342 ediciones. Son miles sus páginas y fotografías donde se consigna la historia de los cristianos y cristianas con su aporte a la construcción de iglesia y democracia en el país, se da cuenta de los derechos humanos y de la transición democrática, se ofrece una visión ética y fundamentos teológicos y pastorales en una perspectiva liberadora. Todo esto en una perspectiva ecuménica.
Sus páginas son, así, parte del patrimonio cultural de Chile.
Aníbal Pastor N.
20170127